Garganelli con masa de albahaca y salsa de vegetales

Porciones: 3

INGREDIENTES
Masa
2 y 1/2 taza de harina ( 300 gramos )
3 huevos
5 hojas grandes de albahaca

Salsa
2 berenjenas medianas
1 morrón verde mediano ( pimiento, ají dulce )
3 tomates grandes maduros
1 cucharadita de pimentón
1 taza de leche
sal, pimienta
1/4 taza de aceite
9 aceitunas negras adobadas con aceite y ajo
queso rallado para espolvorear

PREPARACION
Licuar los huevos junto con las hojas de albahaca

Poner en un tazón la harina. Volcar los huevos e ir mezclando hasta unirlos a la harina.
Poner la preparación sobre la mesa y trabajar con las manos hasta formar una masa bien compacta.

Si el tamaño de los huevos fuesen chicos quizás sea necesario agregarle algunas gotas de agua para terminar de formar la masa.
Amasarla durante aproximadamene 10 minutos con movimientos lentos pero enérgicos.
Apoyar una de las manos en el extremo inferior y con la otra mano ir extendiendo la masa y regresándola. Repetir estos pasos varias veces.

Cada tanto girar la masa y continuar con el amasado hasta que la masa se torne lisa, suave y consistente.
Formar un bollo con ella alisándolo bien con las manos.
Cubrirlo con un paño y dejarlo en reposo durante media hora.

Preparación de la salsa
Pelar las berenjenas y cortadas en cubos bien chicos.
Picar el morrón.
Pasar por agua hirviendo los tomates, pelarlos y quitarles las semillas. Picarlos.
Poner en una cacerola las berenjenas, el morrón y los tomates.
Mezclar bien todo e incorporar la leche. Llevar al fuego con la cacerola tapada y dejar cocinar durante 10 minutos.
Destapar la cacerola e incorporar el pimentón, el aceite y condimentos a gusto.
Continuar la cocción a fuego sin tapar y a fuego lento hasta que esté todo bien cocido.

Estirado de la masa.
Tomar el bollo y dividirlo en porciones. Esto ayudará a extender la masa con más comodidad.
Fomar pequeños bollitos con cada uno de ellos.

Tomar uno y apoyarlo sobre la mesa enharinada.
Espolvorear la masa con algo de harina y ayudándonos con las manos aplanarla un poco.

Comenzar a extenderla con ayuda de un palote ligeramente enharinado.
Apoyar el palote en la mitad de la masa y comenzar a extenderla desde el centro de la masa hacia la parte superior de la misma.
Siempre en forma pareja y dándole forma rectangular.

Continuar así, desde la mitad o centro de la masa hacia los bordes superiores.
Esto hace que los bordes queden parejos evitando que se contraigan al quebrar el gluten.

Una vez que la masa está bien estirada y de aproximadamente 1mm de espesor, arrollar esa mitad en el palote y girar la masa.
Quedando por la tanto la parte arrollada en la parte inferior y la inferior en la superior.

Repetir con esta parte de la masa los mismos pasos.

Armado de lo garganelli.
Son fáciles de armar solo que lleva un poco de tiempo cuando son muchos.
Se necesita una varilla de madera de un centímetro y medio de diámetro.

Cortar la masa en cuadrados de 4 centímetros de lado.
Arrollarlos de a uno en la varilla en forma sesgada.
Encimar algo las puntas y pegarlas humedeciendo la masa.
Al armarlos dejarlos un poco flojos en la varilla ( no ajustarlos demasiado a la varilla ) esto facilita ya que salen fácilmente.

Dejarlos unos minutos y luego sacarlos con cuidado y apoyarlos sobre una mesa cubierta con un mantel enharinado.
Dejarlos orear hasta que estén secos. Si es un día seco rápidamente se secan.

Cocción de los garganelli.
Cocinarlos en abundante agua hirviendo a la que se le abrá agregado un buen puñado de sal gruesa en el momento que rompe el hervor.
Dejar que se cocinen hasta que estén al dente.
Al dente significa que al masticarla, la pasta está cocida pero firme a la vez.

Plato terminado.
Volcar los garganelli sobre la salsa y mezclar suavemente sobre el fuego hasta que esté incorporada.
Servir bien calientes con tres aceitunas negras en cada plato y espolvoreado con queso rallado.