Es necesario tener una noción de qué salsa es adecuada para las diferentes pastas.
Ya sean pastas secas, fideos, pasta fresca, o rellenas.
Realizar una buena liga entre pasta y salsa, es casi lograr la perfección del plato a través de una armonía.
Esa armonía se produce en la mezcla correcta entre el tipo de pasta y la salsa adecuada.
No todas las salsas combinan bien con cualquier pasta.
Tampoco debemos dejar de lado el gusto personal de cada uno pues en definitiva es lo que predomina.
Se puede combinar muy bien una salsa con la pasta elegida pero al final es el gusto personal el que manda.
De todas formas hay ciertas normas básicas que se deben tener en cuenta para que la pasta secas, o pastas frescas, rindan con la salsa el máximo de su sabor.
Para las pastas secas, refiriéndonos a las que tienen tamaño grande o huecos, las salsas deben ser más densas y espesas.
Todas las formas de pastas secas en forma de tubo, por el grosor que tienen y la forma agujereada nos dicen de su necesidad de ser bañadas con salsas consistentes como puede ser la Salsa de hongos espesa o salsas concentradas con trozos pequeños de carne o carne picada magra.
En cambio los espaghetti se pueden combinar con casi todas las salsa. Esta pasta larga se caracteriza por combinarla a menudo con la salsa boscaiola.
Es un plato clásico y propio de la estación de otoño. El motivo es que en esta estación es cuando se encuentran los hongos que es uno de los principales ingredientes de este plato.
Los hongos crecen en zonas o regiones de mucha vegetación y árboles.
Lugares donde reina la humedad y están poco iluminados
Si bien a esta salsa se le otorga su origen a la cocina Toscana en realidad no tiene su origen en un lugar determinado.
Ya que los hongos están bastante difundido en varias regiones de Italia, comenzando por la propia Toscana y cotinuando por Emilia Romagna y finalizando en Piemonte.
La salsa boscaiola tiene como ingrediente principal hongos, a los cuales se incorporan otros ingredientes como
ajo, perejil, panceta ahumada (bacon), queso parmesano, crema de leche (nata) y condimentos.
Como toda receta se puede encontrar la salsa boscaiola con otros agregados pero eso lo dejamos a gusto de cada uno.
La pasta seca más gruesa y con huecos como penne lisce o rigati que traducido quiere decir plumas lisas o rayadas, chifferi rigati, quiere decir codos rayados por la forma que tienen, o rigatoni que son tubos grandes o cortos con la superficie rayada y otras más.
Son pastas que por su consitencias admiten salsas de sabores fuertes y espesas o densas. Un ejemplo es la salsa de hongos espesa.
Al bañarlas con esta salsa la misma se introduce con más facilidad en los huecos o ranuras que tiene la pasta.
Y su sabor se intensifica.
La pasta fresca fina, se sirve con una salsa ligera ya que la masa así lo pide. Pomarolla puede ser un ejemplo o bien cualquier combinación sencilla.
Ya que de esa forma la pasta fresca se saborea mejor.
La pasta fresca más ancha puede combinarse con salsa más consistentes como de champiñones o de jamón.
Las pastas más sólidas, es decir más firme y densa se presta a salsas de sabor fuerte como la salsa pesto.
Al igual que los linguini (recibe este nombre que significa lenguas por su forma plana)
En Italia se consume solo en algunas regiones.
Hemos tratado de dar una idea de la importancia de la salsa en la pasta, muy resumido y extractando solo lo fundamental para que aquel que desee tener un conocimiento básico lo pueda tener.