Lo que se destaca de los ravioles es esta salsa fina y original, de sabor agridulce resultado de la combinación de las manzanas con los tomates.
Finalmente la incorporación del aceite de oliva le da un sabor muy especial en boca.
La proporción que se calcula por cada persona es 100gramos de harina más 1 huevo.
Preparando la masa de esta forma su rendimiento es mayor, es decir cada kilogramo de harina daría para 10 personas.
De no querer agregarle tanto huevo se puede poner la mitad y terminar de tomar la masa con agua, vino blanco o leche como en este caso.
Porciones: 8
INGREDIENTES
Masa
1kg de harina (000, tres ceros) de no contar con esta harina se puede hacer con la que se tenga
5 huevos
vino blanco cantidad necesaria para tomar la masa
Pizca de sal
Relleno
8 atados de espinaca
1 acelga
200gramos de ricota cremosa
200gramos de hongos
1 cebolla grande rallada
Miga de 3 panes chicos
100gramos de queso parmesano
3 cucharadas de aceite
Sal, pimienta, nuez moscada
Salsa de manzana
6 manzanas verdes (grand smith de cáscara verde)
5 tomates maduros (para salsa)
3/4 taza de aceite (prefentemente de oliva)
1 cucharadita de azúcar
1 taza de leche (250cc.)
Sal, pimienta
PREPARACION
Lavar bien las hojas de acelga y espinaca. Retirarles el cabo.
Escurrirlas y de contar con la vaporiera cocinarlas al vapor.
Otra forma de cocinarlas es con la olla a presión solo con el agua que queda en las hojas del enjuague.
Apenas la olla empieza con el silbido fuerte, apagarla.
Se cocinan por separado acelga y espinaca.
También se pueden cocinar en el microondas, colocando por un lado las hojas de espinaca en una bolsa de nailon de alta densidad.
Estas bolsas son las mismas que se utilizan para freezer.
Se cierra pero no del todo, se deja un pequeño orificio de salida para que el vapor pueda salir.
Así no se corre el riesgo que se rompa la bolsa durante la cocción al cocinarse sin el agregado de agua.
Se cocinan solo con el agua del lavado.
El calculo de tiempo de cocción es aproximado ya que cada microondas cocina en tiempos diferentes.
Espinaca cada 1/2kg, 3 a 4 minutos aprox. a potencia máxima.
Acelga cada 1/2kg, 4 a 5 minutos aprox. a potencia máxima.
Y finalmente si no contamos con estos recipientes se cocina de la forma tradicional.
Una vez cocidas, se enfria y escurre bien para luego picarlas.
El picado debe ser bien minucioso para que al formar los ravioles no se rompa la masa.
También se puede pasar por el procesador.
Aparte, poner el aceite en una cacerola y llevarla al fuego.
Una vez caliente agregar la cebolla rallada y los hongos previamente picados.
Cocinar unos minutos hasta rehogar la cebolla y tiernizar los hongos.
Mezclar mientras se va cocinando.
Por último, incorporar la verdura picada, mezclar para que se vaya impregnando de los sabores de la cebolla y de los hongos.
Condimentar a gusto y retirar.
Agregar el queso rallado, la ricota procesada y la miga de los tres panes chicos (previamente remojada en leche y exprimida).
Revolver bien para que la preparación quede más seca al absorber la humedad, el queso y la miga de pan.
Dejar enfriar y colocar el relleno en la heladera para que quede más consistente y firme.
Rectificar los condimentos.
Masa de ravioles. Colocar la harina junto con la sal, sobre la mesa de trabajo.
Hacer un hoyo en el centro y poner los huevos.
Mezclar los ingredientes con los dedos e ir incorporando la harina de a pequeñas porciones hasta tomarla toda.
Agregándole de a pequeños chorros de vino hasta terminar de ligar toda la harina y formar la masa.
El vino que necesite la masa, se agregará de a poco para que la masa no se tiernice demasiado.
La masa debe resultar con consistencia algo blanda, pero no demasiado.
Amasar durante 12 minutos aproximadamente o hasta lograr una masa elástica, que no se pegue en las manos ni en la mesa.
Tomar el bollo, cubrirlo con un paño y luego colocarlo en una bolsa plástica.
Dejarlo a temperatura ambiente durante 20 a 30 minutos, para que descanse.
Pasado ese tiempo, sacar la masa de la bolsa plástica y apoyarla sobre la mesa enharinada.
Tomar la masa y dividirla en varias partes para que con poco volumen de masa nos resulte más fácil estirarla con el palote.
Con cada parte de masa dividida formar un bollo y cubrirlo.
Tomar uno y comenzar por aplanar un poco la masa con las manos para luego comenzar a estirarla con el palote.
Se estira siempre partiendo de la mitad de la masa, hacia arriba y luego hacia abajo y hacia los costados, tratando de darle forma rectangular.
Recuerden de comenzar a estirar con el palote, siempre desde la mitad de la masa, hacia los bordes.
Esto es importante ya que evita que los bordes se contraigan.
Continuar estirando hasta que la masa esté más bien fina, espolvorear con un poco de harina y cubrirla con un paño para que no se seque.
Continuar haciendo lo mismo con la masa restante y por último terminar con el armado de los ravioles.
Armado de los ravioles. Tomar una de las masas estiradas apoyarla cómodamente sobre la mesa de trabajo espolvoreada con harina.
Con la ayuda de una espátula cubrir la mitad de la masa con el relleno sin que llegue a los bordes.
La distribución del relleno se debe hacer en forma pareja siendo de gran utilidad la espátula para lograr un nivel parejo.
Se cubre con la otra mitad de masa y se marcan.
Distintas formas de marcar los ravioles. Los ravioles se pueden marcar con el palote de ravioles.
O bien cortar con rueditas.
O marcar y cortar con rueda doble.
O con planchas de plástico que ya tienen la forma. Para conocer las distintas piezas las fotos de las mismas se encuentran en esta dirección: https://solopastas.com/ver-articulo.php?id=9
O se puede emplear una plancha metálica o de plástico cuya foto se encuentra en esta dirección: https://solopastas.com/ver-articulo.php?id=8
Se enharina la plancha que es de forma rectangular similar a las cubetas de hielo que se ponen en el congelador.
Está dividida al igual que ésta en cuadrados pero sus bordes son dentados.
Se corta un trozo de la masa ya estirada, cuyas medidas sean un poco más grandes que el molde.
Se coloca sobre el molde y con los dedos enharinados se va acomodando la masa en los huecos formados por los cuadrados.
En cada hueco se coloca una cucharadita de relleno y se cubre con otra tira de masa.
Se pasa el palote para que las dos masas se adhieran y por último se pasa la ruedita dentada a través de las líneas dentadas que forman los cuadrados. Así se forman los ravioles.
Dejarlos sobre un paño enharinado para que se oreen un poco.
Estos elementos se encuentran fácilmente en cualquier negocio del ramo.
Salsa de manzana y tomate. Mientras tanto se prepara la salsa de manzana. Pelar las manzanas y picarlas en cubos chicos.
Pelar los tomates, quitarles las semillas y picarlos. Mezclar las manzanas y los tomates y agregarle el azúcar, sal y pimienta recién molida.
Colocarlos en una cacerola junto con la leche y cocinarlos hasta que tome consistencia de salsa.
Retirar del fuego y agregarle el aceite, mezclando.
Cocción de los ravioles. Colocar una olla con abundante agua a la que se le puede agregar 1 o 2 hojas de laurel, o unas hojas de salvia, o una ramita chica de romero para aromatizarla. Esto es optativo.
Taparla y llevarla a fuego fuerte hasta que rompa hervor.
Agregarle sal gruesa y luego los ravioles de a poco y con una espumadera grande.
Dejar la olla destapada y cocinar los ravioles hasta que suban a la superficie y estén tiernos.
Escurrirlos de a poco con la espumadera grande y colocarlos dentro de la cacerola donde esta la salsa.
Llevar al fuego e ir moviendo la cacerola hasta que los ravioles estén bien envueltos en la salsa.
Servirlos enseguida.