Porciones: 6
INGREDIENTES
Masa
2 y 1/2 taza de harina ( 300 gramos )
1/2 taza de aceite ( 125cc. ) si es oliva mejor
agua
Relleno
200 gramos de ricotta descremada
3 tazas de acelga y espinaca exprimida, cocida y picada
sal, pimienta, nuez moscada
Para espolvorear
6 cucharadas de queso magro rallado
PREPARACIÓN
Sugerencia. Para quienes deseen saber en detalle la técnica del amasado y estirado les sugerimos que ingresen a nuestra página principal de SoloPastas y clickeen en la Categoría Masas Básicas y luego en el título Masa básica de ravioles.
Masa. Tamizar la harina y ponerla sobre una mesa. Hacer un hueco en el centro y agregarle el aceite.
Ir tomando la harina con la punta de los dedos y formar la masa agregándole agua de a pequeños chorros, si es necesario.
Amasar unos minutos hasta que la masa tome la textura y consistencia necesaria como para poder estirarla.
Dejarla reposar un rato.
Relleno. Poner en el vaso del procesador la acelga, la espinaca y la ricotta.
Procesarlos hasta formar una crema.
Condimentarlos con sal, pimienta y nuez moscada.
Mantener el relleno en la heladera mientras se estira la masa.
Esto conviene hacerlo porque el frío lo afirma más siendo más sencillo a la hora de armarlos.
Masa. Dividir la masa en dos partes iguales.
Tomar una de ellas y comenzar a estirarla, dándole forma rectangular.
La forma más conveniente al estirarla con el palote es comenzar desde la mitad de la masa y siguiendo hacia hacia la parte superior.
Continuar así hasta lograr el espesor deseado.
Luego invertir la masa y continuar haciendo lo mismo con la parte inferior.
Una vez terminada de estirar, cubrirla con un paño para que no se seque demasiado y continuar estirando la otra mitad de la masa.
Armado de los ravioles. Colocar el relleno en una de las masas estirada distribuyéndolo bien y parejo con ayuda de una espátula.
Cubrir el relleno con la otra mitad de masa.
Con el palote marcador de rabioles o con la plancha marcadora se apoya sobre la masa y se marcan.
Luego con la ayuda de la ruedita se terminan de cortar y prontos para cocinarlos.
Poner en una olla abundante agua.
Llevar al fuego y cuando ésta comience a hervir, agregarle sal gruesa y los ravioles.
Dejar que se cocinen con la olla destapada. Cuando los ravioles suben a la superficie esperar unos minutos para que la masa termine de cocinarse y retirarlos con una espumadera.
Se pueden servir simplemente con aceite y una cucharada de queso magro en cada plato.
O bien con un pesto suave.
O una pomarolla muy liviana.